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5.2. Fase de expansión rápida
La primera consiste en una expansión rápida, de tipo explosivo, tras la desintegración del átomo primitivo:
Tabla 19.1. Hipótesis de la primera fase del átomo
primitivo de valores descompuestos (Desintegración).
Tabla 20.1. Hipótesis de la primera fase del
átomo primitivo de valores invertido (Desintegración).
(V) = 12 + 12 + 21 = 45
(H) = 15 + 12 + 18 = 45
(V) = [(12 + 12 + 12 + 12)] = 48
(V) = [(21 + 21 + 21 + 21)] = 84
(V inv.) = 48 + 12 + 84 = 144
(H inv.) = 51 + 12 + 81 = 144
(V) = 102 + 57 + 111 = 270
(H) = 105 + 57 + 108 = 270
(V inv.) = 201 + 57 + 111 = 369
(H inv.) = 501 + 57 + 801 = 1359
X inv.: Número invertido.
En el instante de tiempo en el que estos valores se alinean en la matriz de esta manera (12 + 12 + 12 + 12 = 48), lo que está representando esta configuración es un ciclo o periodo único, que podemos llegar a considerar que poseen diferentes significados bíblicos. El primero de estos valores (12), es el medio ciclo que se identifica con las tinieblas, el tiempo de nocturnidad. El segundo valor (12), es el otro medio ciclo de la luz, el tiempo que le corresponde al día. El tercer valor (12), representa a las doce Tribus de Israel y el cuarto valor (12) completa este ciclo con los Doce Apóstoles. Podemos afirmar que entre el ciclo del día y la noche con respecto a las dos últimas referencias, encontramos un singular paralelismo al respecto cuando san Pablo nos revela de la Escritura: «Porque en otro tiempo erais tinieblas, más ahora sois luz en el Señor» (Ef. 5, 8). De la misma manera ocurre con su valor inverso (21 + 21 + 21 + 21 = 84), cuando giran estos valores pasando a otro instante de tiempo determinado, representa también un ciclo, una renovación periódica de la naturaleza, de inicio o comienzo. Cada uno de estos valores vendría a corresponder respectivamente al solsticio de primavera (21 de marzo), equinoccios de verano (21 de junio), solsticio de otoño (21 de septiembre) y equinoccio de invierno (21 de diciembre). Del mismo modo podemos apreciar en este caso que, entre las dos primeras estaciones del año con respecto a las dos últimas, encontramos también semejantes paralelismos.