«Curas Locos»

      Me complace poder dirigirme a Ud. para saludarle y si le parece poder compartir también algunas opiniones.

      He podido conocer vuestro apostolado como «Curas Locos» por medio de un artículo de ReL. Se agradece que haya personas dentro de la Iglesia que quieran salirse de los márgenes que marcan las fronteras de este mundo, para poder mostrar la alegría del Evangelio, propia de aquellos que no tienen complejos en definirse como «locos» por Cristo. Hubiese sido interesante que hubieran tenido la oportunidad de dedicar unas líneas más para poder concretar qué es para vuestro grupo de sacerdotes ser cercanos, alegres y auténticos, que es lo que entiendo que los hace distinguir en este caso como «Curas Locos». Sería bueno que no cayésemos en el error de limitar la experiencia de la locura por Cristo a estos rasgos, pues bajo mi humilde opinión en este caso solo se viviría esta locura que expresáis de una forma nominal.

      Desconozco cuales son los criterios y actividades propias que tiene vuestro grupo de sacerdotes «Curas Locos», aunque lo que sí puedo decirle es que la locura por Cristo es un don que otorga el Espíritu cuando la necesidad de una misión particular lo requiere. Lo que quiero decirle es que me parece muy noble vuestro apostolado, aunque la misión por norma general se sale de los esquemas y proyectos que pueden nacer de la mente de los hombres. Ciertamente puede sonar un tanto «romántico» eso de estar loco por Cristo, sin embargo, esto implica llevar una cruz muy grande. A nadie le gusta hablar de su vida personal, pero llega un momento en la vida de un cristiano que debe de seguir el ejemplo del Señor, como cuando después de llevar 30 años de vida oculta, se hizo más adelante una persona pública. En su paso por esta vida no hubo cabida para lo que consideramos nosotros que debe de ser privado, pues Él es pura transparencia. Esto hizo tener los problemas y conflictos que ya conocemos por el Evangelio. Personalmente por causa de la justicia he tenido que ser encerrado desde el año 2004 hasta este momento 14 veces en un psiquiátrico. La misión que inmerecidamente me ha encomendado el Señor ha sido en primer lugar dar a conocer el misterio de la ciencia de la Santa Cruz. Hoy podemos demostrar experimentalmente que la Santa Cruz es también un modelo matemático universal. Aunque esta es una parte importante de la misión que ahora comparto con Ud., debo de decirle que por las circunstancias que me ha hecho pasar el Señor al lado de los «locos» como yo entre los pasillos de los manicomios, reconozco que tengo una especial sensibilidad por ellos. Esto me ha hecho comprender que el Señor también me llamaba a dar la cara por aquellos que tienen sus voces apagadas por el miedo, la coerción, las amenazas, etc., Soy testigo en primera persona de como los hombres en el nombre de la «ciencia» no tienen un mínimo de compasión en soslayar los derechos humanos de estas personas, que como hijos de Dios tienen el mismo derecho que todos en exigir libertad. 

      En fin P. Borre, como puede apreciar tendría mucho que decirle, aunque me conformo con estas palabras, pero si lo desea, puede conocer la web donde comparto esta ciencia que hasta el momento ha estado oculta a los ojos de los hombres. Si tiene interés en conocer un poco más, le invito a que primero pueda conocer mi testimonio de conversión que también podrá encontrar en esta página.

      www.novaevangelizatio.org

      Dios le siga bendiciendo.

      Se despide atentamente: Jesús del Pino Marín