El lado oscuro de la romería del Rocío (Lo que la Iglesia no quiere denunciar)

El lado oscuro de la romería del Rocío (Lo que la Iglesia no quiere denunciar)

En España la romería del Rocío no solamente es conocida popularmente porque mueve a millones de fieles a hacer la peregrinación a esta aldea cuándo se celebra su fiesta anual, sino también por su glamour, el consumo de drogas, entre otros desenfrenos. Nadie que conozca de cerca esta romería puede negar que exista esta mezcla tan explosiva. En estos ambientes existe una canción muy conocida que dice que: «para ser buen rociero primero se debe de ser cristiano», aunque partiendo como referencia de este pueblo que tiene como patrona a la Virgen del Rocío ¿Podemos decir que esto es del todo cierto? Muchas cosas habría que decir para poder responder satisfactoriamente a esta pregunta, aunque este servidor que aquí les escribe se ceñirá únicamente a la denuncia que el día 19 de diciembre ha presentado en el juzgado de La Palma del condado (Huelva).

En esta última denuncia se detallan los hechos donde un grupo de violentos después de una Misa me agredieron y me dieron una paliza en el interior de la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción en Almonte, por el simple hecho de rogar a los hermanos que guardasen silencio y respeto en este lugar sagrado. Después de ser arrastrado violentamente hasta la salida y pateado en mi espalda, me vi en la necesidad de llamar a la Guardia Civil, aunque antes se presentó la Policía Local para separarme de la multitud, evadiendo su responsabilidad de identificar a mis agresores. Más adelante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tomaron la decisión junto con otras autoridades de ingresarme en la unidad de psiquiatría del Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva). Todos los hechos que se resumen en esta denuncia se pueden conocer mejor por medio de las pruebas documentales de audio con el fin de que la verdad pueda ser conocida por la opinión pública. Esta medida que he tomado me hace ser consciente que estoy transgrediendo la Ley de Protección de Datos, aunque por otro lado comprendo que me sirve en legítima defensa para que el Estado por medio de los servicios de salud no me ingresen reiteradamente en un psiquiátrico, lo que ocasiona además otras amenazas que tienen el fin de ingresarme en un psiquiátrico de media-larga estancia o incapacitarme civilmente por medio de un juez. 

El mismo día que sucedieron los hechos me dirigí a esta parroquia para poder informar a los párrocos, así como a su vicario sobre un comunicado que hice por medio de un burofax dirigido a Mons. Santiago Gómez Sierra el día 21 de noviembre. Este burofax se adjunta al anexo de esta denuncia y contiene de forma breve mi intención por comunicar que aún tengo mi vocación sacerdotal intacta desde hace 13 años y que esta vocación es auténtica por el hecho de haber tomado la decisión radical de querer compartir todos mis bienes con los pobres, siempre y cuando pueda contar con el apoyo de la Iglesia.

Paliza dentro de la Iglesia

Considero que es muy necesario que también otras personas puedan dar también visibilidad a esta causa, pues partiendo que no podemos esperar un mundo mejor si la Iglesia primero no cambia o mientras esté cerrada a reformas que puedan parecer a los ojos de las personas de este mundo arriesgadas o una auténtica locura. Aunque trataré de seguir haciendo apostolado en este espacio digital, a pie de página facilito el número de mi teléfono, aunque si estuviera apagado o fuera de cobertura sería señal que de nuevo me habrían ingresado en psiquiatría por esta misma causa, por lo que también les facilitaré los teléfonos de la unidad por si desean ponerse en contacto con este servidor que les escribe.

Me despido con un afectuoso saludo fraternal en Cristo +

Jesús

!!Que tengan una Feliz Navidad!!

Tlf.: 636 753 259

Teléfonos de la unidad de psiquiatría del Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva).

Secretaría: 959 016 096 (Mañanas de lunes a viernes).

Usuarios: 959 016 120 (Horario 13:30-21:00 h)

Se despide deseándoles una Feliz Navidad

Jesús del Pino Marín